La madera como material de construcción tradicional: ¿el futuro de la construcción?
Un uso adecuado puede frenar el cambio climático
La industria de la construcción es responsable de una parte importante de las emisiones mundiales de CO2. Replantearse el hormigón y el acero, cuya producción consume mucha energía, en favor de alternativas más sostenibles como la madera es un paso importante para frenar el cambio climático y crear un futuro sostenible. Por ello, la madera está experimentando un auge como materia prima versátil, natural y, sobre todo, renovable, y es cada vez más popular como material de construcción respetuoso con el clima. Como sumidero de carbono, la madera puede contribuir a reducir la huella de carbono de la industria.
La madera tiene muchas ventajas. Gracias al alto grado de prefabricación, incluida la construcción modular, la madera ya se utiliza en edificios comerciales, residenciales y administrativos. El corte y la producción en fábrica, la clasificación y la entrega -justo a tiempo- permiten un montaje rápido y preciso in situ. La baja conductividad térmica de la madera también permite ahorrar material aislante. En general, esto conlleva un menor tiempo de construcción y reduce los costes en la obra. La madera también tiene un excelente balance ecológico al final del ciclo de construcción porque puede desmontarse, volver al ciclo y reutilizarse. Alternativamente, está disponible como fuente de energía.
Sin embargo, ni siquiera la madera puede cumplir todos los requisitos. Otros materiales pueden utilizarse de forma más eficiente desde el punto de vista de los recursos, sobre todo en lo que respecta a la protección contra incendios, el aislamiento acústico y el apuntalamiento de los edificios. Por ello, es especialmente importante examinar detenidamente el material y utilizarlo de forma consciente y adecuada. La solución debe ser un método de construcción híbrido que aproveche las características respectivas del material utilizado y haga así la construcción más fácil, rápida y económica. De lo contrario, corremos el riesgo de deslizarnos hacia la próxima crisis por el uso incontrolado de la madera al agotar demasiado rápido el suministro mundial de madera. Además, la elección de la madera debe proceder de una fuente sostenible -de bosques locales certificados o de una fuente reciclada- para que toda la cadena de suministro sea sostenible y se reduzcan las rutas de transporte.
En última instancia, el replanteamiento de la industria de la construcción sólo puede tener éxito si trabajamos juntos. Construir con madera puede suponer una importante contribución en este sentido.
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